Cirugía Mínima Invasiva (artroscopia)

En la actualidad contamos con tecnología e instrumentos que permiten reparar diversas lesiones en las articulaciones y huesos con pequeñas incisiones de 4 milímetros de longitud. 

 

Esto es posible a un instrumento denominado artroscopio, que consiste en una cámara de alta definición que se introduce por una pequeña incisión, menor a medio centímetro, que permite la perfecta visualización de las diversas lesiones que pueden existir en el sistema muscular, articular y esquelético; para realizar su reparación.

 

Existen muchísimos procedimientos que se pueden realizar mediante estas técnicas en las que se puede reparar tendones lastimados o rotos como es el caso del hombro, desgarros musculares, rupturas de estructuras como los meniscos en las rodillas, reparación y reconstrucción de ligamentos, incluso servir como instrumento para corrección de ciertos tipos de fracturas. 

 

Las principales ventajas de utilizar técnicas mínimamente invasivas son la recuperación más rápida de los tejidos, ya que se lastiman menos al momento de realizar la cirugía por las incisiones tan pequeñas, una recuperación más rápida así como la reintegración a las actividades de la vida cotidiana, resultado más estéticos por mencionar algunos.